- Guardaré la Ley de los Conquistadores: intentaré entender el significado de la Ley y me empeñaré para vivir de acuerdo con ella, entendiendo que la obediencia de la ley es esencial en toda organización.
- Observar la devoción matutina: cada día, antes de hacer todas mis tareas, dedicaré tiempo para mi devoción personal.
- Cumplir fielmente con la parte que me corresponde: por el poder de Dios, ayudaré a los otros y cumpliré mi deber de forma honesta, independientemente de lo que haga.
- Cuidar mi cuerpo: seré temperante en todo y me empeñaré por tener un buen estado físico.
- Tener una conciencia limpia: no mentiré, engañaré y no participaré de conversaciones impuras ni perderé tiempo con malos pensamientos.
- Ser cortés y obediente: seré bondadoso con los otros, reflejando el amor de Jesús en todas mis relaciones.
- Andar con reverencia en la casa de Dios: en todos los momentos devocionales seré reverente para obtener los beneficios de estar en la presencia especial de Dios. Respetaré el templo como la casa de Dios.
- Tener una canción en el corazón: siempre seré alegre, buscaré el lado positivo de la vida y permitiré que la influencia de mi vida sea un rayo de sol para otras personas.
- Ir donde Dios mande: cumpliré toda la voluntad de Dios para mi vida, independientemente de donde esté o a dónde me llame.